El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dicta una sentencia en la que establece que, un vehículo que no se ha retirado oficialmente de la circulación y que es apto para circular, debe estar cubierto por un seguro de responsabilidad civil del automóvil, aunque su propietario, que ya no tiene intención de conducirlo, haya decidido estacionarlo en un terreno privado.